El mal olor de pies, conocido como podobromhidrosis, es un problema que afecta al 20 % de la población. La causa más frecuente es la proliferación de bacterias en esta parte del cuerpo debido, generalmente, a un exceso de sudoración, aunque también puede venir motivado por una infección por hongos, sufrir trastornos metabólicos, utilizar un calzado elaborado con materiales sintéticos o ingerir determinados medicamentos, entre otros.
- Higiene diaria.
Una higiene óptima es vital. Al igual que el resto de nuestro cuerpo, nuestros pies debemos lavarlos bien a diario.
- Secar bien los pies.
Ahora en verano, con la playa o piscina, nuestros pies están más expuestos al agua, por eso debemos procurar secarlos muy bien, sobre todo entre los dedos.
- Cambiar los calcetines diariamente.
Con el calor y con un zapato cerrado, nuestros pies sudarán más de modo que es muy importante cambiar nuestros calcetines a diario.
- Calzado transpirable.
Debemos evitar el uso de zapatos demasiado apretados y optar por calzado abierto o transpirable. Nuestros pies lo agradecerán.
- Utilizar aerosoles desinfectantes.
Los aerosoles acaban con las bacterias que causan el mal olor y dejan un perfume agradable.
Además de estos consejos, te vamos a contar algunos trucos caseros que quizá desconocías:
- Bicarbonato de sodio.
El bicarbonato de sodio absorbe los olores y humedades. Si esparces un poco por dentro de los zapatos, notarás los beneficios de manera inmediata.
- Lavanda y salvia.
Al poner en cada zapato unas cuantas hojas de salvia y de lavanda, conseguirás eliminar bacterias y un olor perfumado.
- Cáscaras de naranja y limón.
Aprovecha cuando te comas una naranja o un limón y pon toda una noche las pelas dentro de los zapatos. Al día siguiente cuando las retires verás que huelen de maravilla.
- Bolsas de té.
Tan fácil y simple como poner una bolsa de té dentro de cada zapato durante una noche. Al día siguiente, la bolsa habrá absorbido tanto la humedad como el olor.